La Transición es Ahora: Un Futuro Sostenible para Boyacá
Apreciados paisanos,
En estos días de tensión y reflexión en Boyacá, es crucial que escuchemos las voces de quienes defienden la vida, el agua y el futuro de nuestra tierra. La lucha de los mineros es legítima, pero también lo es la de los campesinos que ven sus páramos y nacimientos de agua amenazados por la minería, especialmente la del carbón. Es una situación que requiere una visión de país enfocado hacia la sostenibilidad ambiental y la cuidando la humanidad.
El agua como prioridad: un pacto por la vida
Como Defensora de Derechos Humanos y de la Vida, mi postura es clara y coherente con las políticas del Gobierno Nacional: el agua está por encima del oro, el carbón y cualquier otro mineral. Como lo ha reiterado el presidente Petro, no se puede tener minería donde nace el agua. Los páramos y las fuentes hídricas de Boyacá son el tesoro más valioso que tenemos, no solo para la región sino para todo el país. La minería a gran escala, y en muchos casos la ilegal, contamina nuestros ríos, daña nuestros ecosistemas y compromete el futuro de la agricultura, que es el verdadero motor de nuestra economía.

Diversificación agrícola: el camino hacia la prosperidad
La solución no es dejar a los mineros sin opciones, sino ofrecerles alternativas viables y dignas. Nuestro enfoque se centra en la diversificación económica. Boyacá tiene un potencial agrícola inmenso, con productos de alta calidad que pueden ser exportados a mercados internacionales. Imaginemos una Boyacá que sea reconocida por sus arándanos, sus papas nativas, sus frutas exóticas y sus productos orgánicos. Esto no solo generaría empleos estables y bien remunerados, sino que también nos posicionaría como líderes en la producción sostenible de alimentos.
Un futuro de oportunidades para todos
La transición energética y económica es un reto que debemos enfrentar juntos. Proponemos un pacto regional que involucre a mineros, campesinos, empresarios y al Gobierno. El objetivo es acompañar a quienes hoy dependen de la minería para que puedan reconvertirse y emprender en el sector agrícola y el ecoturismo. Es un camino de largo aliento, pero es la única vía para garantizar un futuro próspero, en paz con la naturaleza y con un desarrollo que beneficie a todos los boyacenses. El gobierno del cambio está aquí para apoyar esta transición y construir un futuro donde el agua y la vida sean siempre la prioridad.
La coyuntura actual en Boyacá nos invita a tomar una decisión crucial: proteger el agua y el futuro de nuestra tierra o sucumbir a un modelo de desarrollo que ya no nos sirve. La postura del Gobierno Nacional, en sintonía con las propuestas de líderes regionales como Astrid Castellanos, es clara: el camino no está en la explotación minera de nuestros páramos y fuentes hídricas, sino en la diversificación agrícola y la economía sostenible. Es momento de apostar por una Boyacá que sea potencia agroindustrial, reconocida por la calidad de sus productos y el respeto por la naturaleza. El cambio es posible si trabajamos unidos en la construcción de un futuro donde la prosperidad y la vida vayan de la mano.
Excelente Artículo Dra. Astrid. Comparto su opinión.